lunes, 16 de marzo de 2009

Valera Vale

De Valera extrano todo lo contrario de New York. En Valera la humedad es poca, pero el verde es infinito. La ceguera mental de nosotros los valeranos no nos deja ver lo intenso de las colinas, el verdor que escandila que nos rodea a diario. Hay tanto que ver si solo levantaramos la cara al poniente de nuestra ciudad...Yo tampoco lo vi hasta que me fui.

De Valera extrano a ese hervidero de sabores, olores y colores que es el Mercado Municipal. Ese es un lugar que tiene tanto qué decir y nadie lo mira por lo que es. Extrano el sol de los sábados, que por alguna razón quema más que el de cualquier otro día de la semana.

Después de irme fue que mi cuenta de lo buena, tranquila y servicial que es nuestra metrópolis, pero claro, uno no encuentra a Dios hasta que lo abandona. Hay cosas malas en Valera ( y entre ellas estamos nosotros, los valeranos, que no queremos ver la belleza que nos rodea ) pero también hay esperanza y luces. Valera vale: Solo hay que saber tasar su valor.

Si pueden, escuchen la banda sonora de la película Delhi-6.

Adieux

martes, 3 de marzo de 2009

NYC

De New York extrano la humedad del verano, la voracidad de los colores, el olor de los restaurantes, el sonido de los sabores. De la ciudad que no duerme extrano los días, las horas interminables, los edificios que crecen como hongos grises que se alimentan de la mugre del Metro.

Agradezco que la ciudad me dejó ver por debajo de su vestido aplomado. Me mostró el silencio de las calles perdidas, del viento que se cuela por las avenidas, de la brisa entre los árboles de Central Park. Vi el eructo nocturno en los bares, la soledad de los porteros de los edificios de Park Avenue, el sonido de las chancletas contra el caliente pavimento del verano. Todo eso y mas es New York: Una fiera ansiosa de ser domada, amaestrada, sumisa. Una bestia que gime, una voz que palpita. Una vista infinita. Una ciudad incólume, que sabe que no tiene la culpa.

En viaje hacia la redención...

En el iPod: Chinita de Dublín, Gaelica.

Comienzo de nuevo una bitácora, esta vez para conversar sobre la busqueda de nuevos rumbos que he emprendido hace 6 meses ya en el área metro de Washington. También hablaré de mi próximo matrimonio ecleciástico, de música, de cine y de la vida en general.

Como en todo, habrá días en los que tendré qué decir y habrá días en los que no. Admito, sin embargo, que estoy pasando por una interesante etapa de renacimiento a la que me enfrento mucho más ligero, con mente mas abierta y sin cargas innecesarias. Este es un momento que quiero elongar lo más que pueda porque sinceramente me gusta como me siento, disfruto de la esperanza de lo nuevo. Y quiero compartirlo y atesorarlo al mismo tiempo a través de este blog.

A ver qué pasa...No dejen de compartir sus apreciaciones, por favor.

J.

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